Prohibido?

20.11.2016 20:22

El ARTE DE LO PROHIBIDO

(Extracto de la «Introducción» del libro: “El Arte de lo prohibido y los Principios Generales del Derecho”)

 

"El Arte de lo Prohibido y los Principios Generales del Derecho”, es un libro que tiene como centro la idea del dibujo, de la línea, del trazo, del color, todos ellos con diversos sentidos, con diversas significaciones, tanto sociales, como la relación que se desprende del espectador y del dibujante, como significaciones sobre el contenido de las formas, de las descripciones, de los derechos que se desprenden del propio dibujo, foto, así como de las que se enuncian fuera del boceto; tanto el derecho a poder dibujar cuanto se desee, como a expresar ideas en el color, en la forma, en la belleza. Por eso, cada dibujo, cada foto, tiene un significado que trasciende su objeto; por ejemplo, el dibujo de un juez expone varios significados y significantes: el ius puniendi, o poder del Estado de castigar al individuo reflejado en una forma conceptual, el juez. A su vez la forma de vestimenta del juez, terno, corbata, lentes, peinado, etc., y los colores que usan también representan otros significados sociales y jurídicos, normativos, de relación con el resto social, con la sociedad, y con un sistema de legitimización de su poder sancionador, o decisor. Por otro lado, los dibujos de desnudos de mujeres en diversas posiciones, colores, matices, y emblemas, tienen un origen simple. De niño, en el colegio, veía un grupo de alumnos que empezaron a dibujar, como una especie de moda. Uno de ellos sobresalía y superaba largamente a los demás. Lo anecdótico es que aquel niño no resaltaba por su capacidad intelectual -creo que le daba flojera estudiar, porque en realidad era un tipo inteligente-. En ese ambiente todos auguraban talento a los demás, y yo pasaba desapercibido. Pero el gusto es superior al talento, y a escondidas -no se porque a escondidas- seguía dibujando, como un juego apasionado y divertido.

 

Fue en ese tiempo que uno de mis compañeros de clase me profetizó que nunca iba a poder ser abogado, y, es más, otros desdeñaban mi calidad de dibujante. Mucho mas tarde ingresé a la facultad de Derecho y me hice abogado. En ese camino universitario seguí dibujando y leía libros de filosofía o de literatura filosófica; estos me han apasionado mucho mas que cualquier dibujo, pero mientras pensar es mas complicado, dibujar es más simple. En el dibujo uno no tiene que sobresalir, en el pensamiento uno se juega el prestigio. A pesar que soy de pensar lento, me gusta pensar, elucubrar ideas, transformar ideas, inventarlas; pero dibujar me resultaba siempre más sencillo y menos comprometedor, así que dibujaba por placer, para llenar los vacíos entre los libros de filosofía y literatura filosófica, como aquel de Albert Camus "El Extranjero", Marcuse, con sus teorías sobre el Estado y el trabajo, Rousseau con su obra "Confesiones", o las obras de Nietzsche, Schopenhauer, Foucault, "Microfísica del Poder", del cual solo leí la parte dedicada a las prisiones,  Gilles Deleuze, Cioran, "Breviario de Podredumbre",  Bukowski,  "Escritos de un viejo indecente", Fernando De Trazegnies, "Introducción a la Filosofía del Derecho", "La Idea del Derecho en la Republica del Siglo XIX", "Pensando Insolentemente", "Derecho y Postmodernidad", "Ciriaco de Urtecho, Litigante por amor", que escribió aprovechando uno de sus viajes al interior del país, buscando y encontrando  un expediente con el caso de Ciriaco de Urtecho que se había casado con  una esclava, de la cual reclamaba su libertad. O leer a el Marques de Sade, su obra "Filosofía en el Tocador", texto realmente fuerte para una mente social pacata e hipócrita; en éste libro encontré filosofía, argumentación, naturaleza, persuasión y  rompimiento de lo proscrito tan genial como ingenuo (ingenuo escribir desde la naturaleza cuando la sociedad es contranatural, con normas y razones contranaturales). Todos estos textos eran argumentaciones y descripciones sobre la vida, sobre las relaciones humanas. Todos los textos tenían algo o mucho de derecho, de regulación normativa, de relación normativo intersubjetiva.

 

Mas tarde, cuando forme una asociación denominada "La Liga del Ocio", y luego un grupo "Los Hijos del Cura", habíame leído y visto todas las revistas posibles que hubiera podido encontrar sobre dibujos, pinturas, comic. Encontré las historias de Botticelli que rompía sus pinturas de desnudos y los reemplazaba con rostros de vírgenes Marías, empujado mentalmente por las acusaciones religiosas de Savanarola, que proscribía este tipo de obras de desnudos (Savanarola terminó en la hoguera); vi las obras de Van Gogh, que recordaba haber observado sin ninguna gloria en libros de secundaria, que no reflejaban la grandeza de dicho arte,  sino lo utilizaban para describir las combinaciones primarias de los colores, rojo, amarillo, verde, etc. De Van Gogh, que se corto una oreja, se ha hecho una extraordinaria película, representada por Kirk Douglas -el autor de Espartaco-, y acompañado por Anthony Quinn, en el papel de Paul Gauguin, que termino en Haití, dibujando desnudos de preciosas mujeres indígenas haitianas.

 

Recuerdo que en aquel tiempo compraba toda revista que pudiera sobre pintura, literatura, filosofía, y que me fueron robadas de los estantes de la oficina que en aquel entonces había abierto para hacer funcionar la asociación "La Liga del Ocio". Lo curioso es que me robaron todas las revistas y libros mis propios compañeros, mal amigos de letras, enceguecidos por la idea de ser culto "a todo costo y a todo precio", a tal grado de aberración que creían que robar libros era una osadía, una genialidad de los verdaderos intelectuales, de los verdaderos cultos.

 

Luego, en el tiempo encontré en el internet una película sobre el pintor Rembrandt, en el que se relataba desde su vida de hombre pudiente hasta su caída económica, donde tuvo que hacer una estratagema jurídica para poder vender sus propios cuadros, pues había sido embargado y por tal no podía vender nada. Genio de la pintura que no tenia apenas para comer, y del cual sus obras actualmente valen millones, como una historia mas de las tantas de los genios póstumos.

 

Conocí a tantos pintores como pude, en las revistas, y empecé a dibujar o copiar sus obras. Sabia que no iba a lograr la belleza y el arte de aquellos, pero eso no me importaba, no dibujaba para impresionar a nadie, sino para sentir el placer de la creación, de la observación y de la destreza. Dibujaba tan rápido como podía, porque no se trataba de lograr una obra de arte, sino de imprimir sensaciones, emociones, de dejar que sea el cuerpo y no mi mente quienes diseñaran el futuro; mis sentidos eran la fuente de expresión, los colores animaban mis emociones, las formas reflejaban los marcos o limites de la belleza, la disparidad, lo irregular, representaba la libertad, el azar, la inexperiencia, la volatilidad, de todo cuanto existía. Pinté y dibujé, desnudos por una primera razón, cualquier dibujo iba a ser perfecto, porque el cuerpo de una mujer es perfecto, sea como sea que se lo dibuje. En los desnudos de mujer no hay forma de escapar a la perfección; no creo que existan trazos que no representen a las formas de alguna mujer, sean estos trazos los que fueran. Dibujé, pinté, copié, las obras que me impresionaron, como aquellos hechos en pastel, independientemente de quien era el autor, sea este Degas, Renault, etc.; copie la obra de Munch, su obra "El grito"; copié a Picasso, a Modiglinani, Velásquez; Dalí no fue uno de las obras que copie, pues si bien me impresionaban las ideas de sus dibujos, sus dibujos eran muy solidos, muy plásticos, muy metálicos para mi gusto (Mucho más tarde pude ver una de las entrevistas que le hiciera Joaquín Soler Serrano, en el Programa “A fondo”, en la siguiente dirección electrónica: https://www.youtube.com/watch?v=ZkcxI9Hg2QU). Lo irregular era mi preferencia, lo irregular que hace formas. Los dibujos impresionaban por los colores, por la tonalidad, por la fuerza. Leonardo de Vinci no fue nunca uno de mis pintores preferidos, sino uno de mis genios preferidos. A la Gioconda nunca la pude ver bellísima -bella si-  y me impresionaron más la historia de su sonrisa, del descubrimiento de otras capas internas, del juego o experimentación con la pintura que hizo Da Vinci. Aquel pintor era antes que todo un inventor, un científico, un constructor, un genio mas que un pintor.

 

Miguel Ángel, con su obra pintada en la capilla Sixtina, me impresionó por la forma como llevó a cabo dicha obra, cubriendo con mantas su obra para que nadie pudiera ver, para que nadie pudiera contradecir su obra. Miguel Ángel era un genio, sabia que si no hacia aquello, no hubiera podido siquiera perfilar su obra. Kandinsky, Las Chicas de Vargas, y hasta Femando de Szyszlo los conocí mucho mas tarde.

 

Los comic los conocí primero a través de Quino, con su contestataria Mafalda, la institución Calandria, los comic subterráneos de Quilca, como Generación X, o los comics undegrund de Robert Kraun. La onda undergrund siempre me ha despertado la curiosidad -no tanto porque sigue siendo social, en mancha, y he descubierto que soy ermitaño-. La gente que viste de negro, que se pinta las uñas de negro, tienen su historia real en los comic, mas que en la vida real.

 

Por ultimo, encontré unos dibujos en acuarelas de Teodoro Núñez Ureta, quien en el Perú pintaba sobre los personajes, jueces, abogados, paisanas, etc. Humareda es otro autor que conocí poco.

 

No me gustan las pinturas indigenistas, o los cuadros de casas, bosques, valles, campesinos. Prefiero el desierto, la aridez, etc. Las obras que he visto sobre campesinos me han parecido mas representar la pobreza, la mendicidad, la desdicha. Prefiero las obras que se burlan de la pobreza, la mendicidad, la tragedia.

 

Muchas son las obras y pinturas que he visto, y pocos son los dibujos que he hecho, por eso sólo pongo en el presente texto algunos dibujos propios, de autores, filósofos (copias de fotos que he convertido en dibujo al pulso de mi mano), jueces, rostros, desnudos, y otros, además de fotos que revelen algo mas que lo representado, la sensación de existir.

 

En el presente documento hemos insertado -como dijimos- nuestros dibujos sobre diferentes filósofos, dibujos respecto al juez y su actividad procesal, retratos de damas respecto a la concepción de la justicia, fotos respecto al color y al sentido jurídico que se pueden desprender de ellos. Todos estos dibujos o todos realizadas, tomadas o creadas por quien escribe, a excepción de las fotos de los distritos judiciales -que hemos denominado turismo legal, y que ponemos para comprender la dimensión entre el Derecho y la multidiversidad, pluralismo jurídico que se puede observar a través de los paisajes, y que revelan la multiculturalidad del Derecho-, y de las fotos de las modelos del Derecho.

 

Hemos puesto dibujos retratos copiados de fotos, de diferentes autores o filósofos como: Enrique López Albujar, quien fuera escritor y poeta peruano, juez de Piura, Tumbes, Huánuco, Vocal de la Corte Superior de Justicia de Lambayeque, y Vocal y Presidente de la Corte Superior de Justicia de Tacna. Soren Kierkergaard, Franz Kafka, Aldous Huxley, David Hume, John Locke, John Stuar Mill, François-Marie Arouet -Voltaire, Immanuel Kant, Michel de Montaigne, Giovanni Papini, Gottfried Leibniz, Jean-Baptiste Poquelin - Moliere, Karl Popper, Luis Jiménez de Asúa, José Ortega y Gasset, Marcel Ferdinand Planiol, Omar Khayyam. Presentamos además otros dibujos y fotos que tienen un contenido jurídico.

 

Algunos dibujos han sido subtitulados arbitrariamente con un «Principio General del Derecho», por lo que para hacer mas completo el libro, hemos escrito una síntesis sobre los principios generales del derecho que se encuentran prescritos en nuestra normatividad.

 

Hemos agregado también una parte con fotos de un Desfile de Modas que realizamos en la ciudad de Tacna, en el Teatro Municipal, con el apoyo de los jueces de paz, describiendo varias facetas del Derecho, como las caretas del derecho, el box del derecho, las tarjetas del Derecho, el Cuerpo del Delito, en donde las modelos han ido representando dichas funciones.

 

Además agregamos fotos que hemos denominado Turismo Legal, porque estas son la expresión de la realidad, de las vistas turísticas, y que tienen un contenido o mirada especial, la de un abogado y las preguntas de cómo de alguna forma ha intervenido el derecho en la construcción o incluso acceso a dichos paisajes, construcciones turísticas.

 

Por otro lado, Francesco Carnelutti escribió un pequeño librito al que tituló: “El Arte del Derecho”, en el cual no dibujaba ni pintaba cuadros sobre el Derecho sino explicaba que el Derecho es arte, es decir, una disciplina artística que se moldea para modelar al ser humano. El Derecho ha sido considerado de diversas formas, como «ciencia», para un notable jurista peruano como Mario Alzamora Valdez; o como «socio-técnica», para un filosofo de la ciencia, Mario Bunge. Carnelutti le da un tono mas plástico y flexible, implicado en el titulo de su libro "Arte del Derecho". Así puede ser que el Derecho sea mas que una disciplina artística o científica, puesto que las relaciones intersubjetivas superan esas nociones, y considerando que la regulación normativa se da en contextos imprecisos, determinados en un tiempo y espacio, pero movibles. Los derechos han evolucionado, se han convertido en bienes jurídicos, en derechos fundamentales, en derechos universales, etc. Y todo ello hace la necesidad de replantear siempre los conceptos jurídicos con las que se regulan las relaciones entre los seres humanos, e incluso con las personas jurídicas, y pronto, estamos seguros, la regulación con los androides, robot, y luego con los seres extraterrestres. Aunque esto ultimo suene irreal, es lógico que se plantee en un tiempo futuro. Basta recordar la inmensidad del universo y las enormes proporciones de desarrollo científico que se vienen dando en nuestro medio.

 

Por ultimo, hemos agregado una compilación de sentencias del Tribunal Constitucional sobre los "Delitos de Violación Sexual", a fin de que los dibujos no tengan una consideración negativa, sino de arte, y de respeto a la mente y al cuerpo humano.

 

PRIMERA SECCIÓN

Dibujos sobre Derecho, Jueces, Rostros, Desnudos, y otros bocetos

 

Capítulo I: MIRADAS QUE ENJUICIAN

Retratos de filósofos

 

Aprendí a disfrutar de la lectura muy tarde, cuando mi tío Max, me entregó una obra de Og Mandino, “El vendedor mas grande el mundo”, en la cual, con literatura ágil, ligera y sencilla te entusiasmaban para elegir lo mejor de la vida y de cada situación; pues el libro tenía frases como: “elige reír en vez de llorar”, “elige amar en vez de odiar” y otro grupo más de frases de esa naturaleza, que, a manera de manual o instrucciones para una mejor vida, te proponían interiorizarlas y repetirlas siempre, como una política de vida, de camino hacia el éxito, etc. La historia no la recuerdo ya mucho, pero si lo que provocó en mi, pues me hizo un ingenuo pero apasionado orador estudiantil en ese tiempo, porque con aquel libro, ya en clases, di un discurso -a mi parecer- impresionante para mi edad y época, que cautivó al mas esquivo oyente (en aquel tiempo yo no hablaba con ninguna chica por un complejo infantil que tuve –once años sin hablar a chica alguna, fue un desperdicio de tiempo).

 

Mucho más tarde llegué a la conclusión de quiénes en realidad han sido los vendedores mas grandes del mundo: los que venden fe, puesto que la fe es uno de los productos más rentables de la historia; vender fe es un gran negocio en un mundo donde se necesita algo o mucha ayuda para sobresalir o acaso para sobrevivir.

 

Recuerdo que este tema –el de la fe- lo planteaba en clases de Filosofía del Derecho, cuando a mis alumnos les exponía que –antes que se descubra la prueba del ADN- los padres utilizaban de la fe con sus hijos. Es decir, ellos tenían la fe que sus hijos fueran suyos, y es que sólo la madre podía saber si realmente el hijo era de su esposo. Viene a mi memoria que incluso el Código Civil expresaba un periodo de buena fe antes, durante y después del matrimonio para concebir al hijo como producto de dicho matrimonio. Así, el artículo 361o del Código Civil, prescribe la presunción de paternidad y expresa: “Artículo 361.- El hijo nacido durante el matrimonio o dentro de los trescientos días siguientes a su disolución tiene por padre al marido.”. Así mismo el Artículo 362o prescribe la presunción de hijo matrimonial, pues expresa: “Artículo 362.- El hijo se presume matrimonial aunque la madre declare que no es de su marido o sea condenada como adúltera.”. Y el artículo 363o prescribe la negación de la paternidad, expresando: “Artículo 363.- El marido que no se crea padre del hijo de su mujer puede negarlo: 1. Cuando el hijo nace antes de cumplidos los ciento ochenta días siguientes al de la celebración del matrimonio; 2. Cuando sea manifiestamente imposible, dadas las circunstancias, que haya cohabitado con su mujer en los primeros ciento veintiún días de los trescientos anteriores al del nacimiento del hijo; 3. Cuando está judicialmente separado durante el mismo período indicado en el inciso 2), salvo que hubiera cohabitado con su mujer en ese período; 4. Cuando adolezca de impotencia absoluta; 5. Cuando se demuestre a través de la prueba del ADN (ingresado recientemente) u otras pruebas de validez científica con igual o mayor grado de certeza que no existe vínculo parental. El Juez desestimará las presunciones de los incisos precedentes cuando se hubiera realizado una prueba genética u otra de validez científica con igual o mayor grado de certeza.”. Actualmente, con el ADN, este ámbito de duda se ha superado. Pero antes del ADN sólo la madre sabía quién era su hijo porque había venido de su vientre, pero al padre sólo le quedaba hacer “un acto de fe”, y no le quedaba más que confiar que fuera su hijo.

 

En el 2014  asistí a la Feria del libro, que se hace cada año en Lima, esta vez en la plaza de Marte, de Jesús María, allí donde un animoso y carismático Dr. Manuel Miranda Canales –actualmente  magistrado del Tribunal Constitucional- contaba que se quemaba las pestañas, amaneciéndose estudiando Derecho. En aquel entonces me decía: "no llegues a los setenta". Habiéndolo conocido en Tacna, en un seminario que dictó, sucedió que cautivó mi atención, pues –como casi nunca- al escucharlo ingresé al auditorio, me senté en una silla y no paré de reír y aprender Derecho; porque el Dr. Miranda Canales tenía una forma sui generis y muy amena de enseñar Derecho.

 

Un año antes, en el 2013, se hizo la Feria del Libro en la plaza de Larco Mar, donde encontré y conocí al famoso alias Carlín, Carlos Miguel Tovar Samanez, que según nuestro sabio (porque sabe) internet fue graduado en la Facultad de Arquitectura, Urbanismo y Artes de la Universidad Nacional de Ingeniería. Actualmente gran caricaturista político reconocido, publica en el diario La República, y con sus dibujos y textos resume genial e irónicamente el actuar de los políticos, y pone las más internas malicias de los políticos de nuestra sociedad. Carlín habría publicado: “Habla el Viejo”, testimonios de sus conversaciones con el fantasma de Carlos Marx, “Manifiesto del siglo XXI”, y cuando lo conocí acababa de publicar su libro de caricaturas políticas “Hoja de Ruta”, haciendo una irónica alusión al miniplan de trabajo político de gobierno del candidato presidente (2011-2016). Invité, ingenuamente, a Carlín a que pudiera exponer sus libros y caricaturas en la Corte en la cual yo trabajaba en aquel momento. El me miró caricaturescamente, con sorpresa, pues sabía que en una institución judicial no iban a permitir presentar sus caricaturas políticas, menos si son siempre contra las autoridades gobernantes, pero aún así, fue gentil, y asintió, indicándome que primero lo llamara; me dio sus datos, que me apresté a anotar en mi tablet, escribiendo con un lápiz óptimo sobre la Tablet, lo que provocó un real asombro –a mi parecer- de Carlín, y me preguntó sobre si podía dibujar en la Tablet. Yo quedé mas asombrado, porque no podía entender que no supiera de dichos programas para dibujar ya no en cuadernos sino en Tablet, celulares, en forma virtual, con lápices virtuales. Bueno, talvez me equivoqué porque los dibujos de Carlín tienen el matiz de quien los ha pintado en computadora. Y efectivamente, como lo había adivinado Carlín, no pude invitarlo a exponer en la institución porque al proponerlo la noticia fue tomada con sobriedad que impidió mayor insistencia en ello. Vuelvo a recordar a otros personajes del comic, como el argentino y famoso Quino (Joaquín Salvador Lavado Tejón) que hacía decir a su tira cómica emblema, Mafalda, “Paren el mundo que me quiero bajar”; y también a otro personaje salvaje de los cómics underground, cómic subterráneos, Robert Crumb.

***

Hubo un tiempo en el que era aficionado a los cómics contraculturales, subterráneos, tanto que cuando viajaba a Lima desde Tacna –donde vivía-, para asistir a las Ferias de Libros anuales, me sumergía también en una búsqueda subterránea de comic en la ciudad, y llegaba a la plaza San Martín, a Quilca, donde encontraba una hilera de lugares donde vendían todo tipo de libros usados, tocaban rock undergrund y daban charlas sobre la contracultura, la cultura y música subterránea. Fue en uno de esos viajes a la Feria del Libro de Lima, que, con mis entonces amigos y socios Guataloca y Draculín (filósofo empresario y poeta descarriado), buscábamos y nos enteramos que justo en esa fecha estaban a por dar una charla sobre “Los poetas malditos”. Entusiasmados ubicamos el lugar, subimos al segundo piso donde se dictaría la charla, pero, sorpresa, allí no había nadie más que el expositor –vestido totalmente de negro, flaco y desaliñado-, que acribillado por la abrumadora ausencia de público, nos hizo conversación y dio un pequeño e insípido discurso sobre los poetas malditos. Al final le preguntamos dónde encontrar revistas de comic subterráneos, contraculturales y dijo tener algunos; se apresuró a llevarnos al lugar donde los tenía, un lugar sucio y pequeño, que quedaba en Quilca, sacó cuanta revistita subte tenía y nos las vendió. Yo estaba entusiasmado y no podía entender cómo se deshacía de aquellas joyas de la cultura subte, pero en realidad creo que al sujeto le había llegado la realidad, y le importaba más tener algo que comer que ser un contracultural, un subterráneo. Compré todas las revistitas que pude y nunca más supe de aquel tipo que me dejó con la impresión que le importaba ni rayos ser subte sino que era tal porque no tenía –al parecer- dónde caerse muerto. Mucho más tarde volví a Lima, y buscando encontré la revista de la institución Calandria, compré alguno de sus números; eran fascinantes las historias publicadas en esas revistas, como aquel que narraba la vida de un joven, esmerado en el estudio y que a la misma vez tenía que trabajar muy duro, obviar o evitar ser delincuente, sufrir como paso indispensable para lograr el éxito, haciendo lo que un clásico slogan presagiaba, que "con duro esfuerzo, trabajo y estudio se podía lograr el éxito y la felicidad”. Pues este personaje, al final de su historia, se graduaba de médico, encontraba un trabajo público, y seguía viviendo como pobre, sufriendo interminablemente; la historia termina, como se adivina, cuando el personaje se lanza de un décimo piso de un edificio, suicidándose. Aquel cómic era una reseña grafica de la mentira o el error del slogan político, comercial de que “quien estudia y se esfuerza triunfa”, que esto no es necesariamente verdad, que la realidad la vence y la anula muchas veces, que se necesitan otros elementos más para el éxito, acaso inexplicables.

 

Mafalda –como dije- fue otro personaje, caricatura, que admiré y, como una estrategia de ahorro, fotocopie (¿delito contra los derechos de autor?). Cosa rara me parecía que aquellos que tenían los libros de Quino, como los comic de
Mafalda, no se convertían también en irónicos, y despreciaran la vida, la riqueza, o los protocolos; y más bien
se aferraban a la propiedad, el lujo y la insanía de la envidia. En ellos la vida era todo lo contrario de lo que admiraban, tanto que jamás prestaban un libro, como si la propiedad de aquel objeto fuera más importante que la relación con otro ser humano. Nunca pude entender esta contradicción, y por lo tanto nunca pude admirar a la gente que se desangra por no prestar libros, o por amarlos demasiado. Nunca pude entender cómo personas que se autocalificaban como undergrund podían pegarse tanto a libros, tiras cómicas, etc. La misma preocupación me invadía cuando conocía a personajes "cultos", profesores universitarios, etc., con la misma concepción y conducta de culto ante los libros. Nunca pude entender cómo un personaje culto podía querer y considerar más a los libros que a los seres humanos. Nunca pude entender cómo aquellas personas "cultas" habían olvidado que importa más un ser humano que un libro, por más especial, maravilloso o fantástico que sea. Siempre tuve la certeza que el ser humano es mucho más fantástico que un libro, cualesquiera sea su naturaleza o género.

 

Conocí –como dije-, los dibujos de "Las chicas de Vargas", que eran chicas preciosas desnudas, en diferentes poses y tonos, y que adquirí en uno de mis viajes a Lima. Recuerdo que en aquella oportunidad nos alojamos en la casa del primo de mi amigo Guataloca –éramos recién egresados de la universidad-, y su familiar nos albergó muy amablemente en lo que era los principios de un baño en construcción, que aún no tenía los conductos o tuberías para ello, pero que igual era un prospecto de baño. En la entrada de la casa habían construido un cuartito pequeñísimo, y que tenía un agujero en el centro, que hacía las veces de baño, y dónde –según los chismes-, uno de los sobrinos de mi amigo Guataloca, venido de la sierra de Tacna, Ticaco, adolescente aún, intimaba con una chica mucho mayor -una vieja-, porque no tenía dinero para llevarla a un hostal. Su tío –cuentan- para no comprarse problemas le pidió que terminara con la susodicha chica, y al no aceptar, echó al joven. Yo no podía entender ¿cómo podían pedirle a un joven que desconociera su naturaleza, que sea contra natural? Lima era así de rapaz, de cruel; ni familia, ni nada importaba; quien quiera sobrevivir a «adaptarse»; esa parecía ser la insignia de la vida en Lima. Fue en esa casa que uno de los hijos del dueño –que hacía ingeniosamente aretes para damas y las vendía en la ciudad-, viendo mi revista tipo “Las chicas de Vargas”, de historietas con dibujos de desnudos, me pidió muy educadamente le regalara mi revista. Yo no tenía otro ejemplar, por lo que dije que no podía ser. El niño se fue y no dijo más. Cuando ya estaba en Tacna, revisando mi mochila de viaje no encontré la revista y di en la cuenta que el niño había hurtado –no robado- mi revista, y supe entonces que sería de aquel en la ciudad con “panza de burro”.

 

En la Feria del Libro del año 2014, tomé muchas fotos con mi celular, que en el año 2015 me robaron (en el Perú, según el Organismo supervisor de inversión privada en telecomunicaciones (OPSITEL), se han hurtado 14 mil teléfonos al día, siendo que la sustracción de celulares superó el Millón 260 mil en los tres primeros meses del año. En el 2013 fueron 927,228 celulares robados, y el 2014 fueron robados 3 millones 600 mil celulares). Las editoriales que participaron en dicha feria, entre otras fueron: Amelie, Amnistía Internacional – Perú, Aurea Ediciones, Banco Central de Reserva del Perú, Biblioteca Digital, Casa del Saber, Centro de Estudios y Publicaciones, Congreso de la República, Corporación Primi, Distribuidora Gutiérrez, Distribuidora Navarrete, Ediciones Altazor, Ediciones Peisa, Ediciones SM, Editorial Bruño, Editorial Estruendo, Editorial Océano, Editorial San Marcos, Fondo de Cultura Económica, Fondo Editorial Usil, Graph Ediciones, Grupo Editorial Caja Negra, HGP – Arte Europeo –Litografías, Ibero Librerías, Ideal, Instituto Francés de Estudios Andinos, Instituto Peruano Norteamericano ICPNA, Jurista Editores, La casa del libro, Librería Contracultura, Librería Disbook, Librería El Aleph, Librería Época, Librería Hnos. Espinoza, Librería Inestable, Librería La Familia, Librería Myltec, Malabares, Museo de Arte de Lima – Mali, Ordecupe, Palestra Editores, Polifonía, Pontificia Universidad Católica del Perú, Roca Distribuciones, San Cristobal Libros, San Pablo, Selecta Librería, Universidad Agraria La Molina, Universidad Alas Peruanas, Universidad de Lima, Universidad de San Martín de Porres, Universidad del Pacífico, Universidad Esan, Universidad Nacional de Ingeniería, Universidad Nacional de San Marcos, Universidad Peruana Cayetano Heredia, Universidad San Ignacio de Loyola, V&D Distribuciones, Vlacabo Hnos., Zeta Bookstore. En dicha feria encontré los clásicos libros, como aquellos de pintura, de Rembrant, Rodin, Kandinsky, Miguel Angel, El Greco, o El Dibujo Humorístico, Grandes Generales de la historia, El libro del automovil, Vinos del mundo, Introducción al Sufismo, Mudras terapéuticos, El Mahabharata, El libro del ego (Osho), Autobiografía de un místico espiritualmente incorrecto (Osho), La Celestina, El Quijote, Frankenstein, La vida es sueño, Crimen y Castigo, La vuelta al mundo en 80 días, Hamlet, Robinson Crusoe, El ángel que perdió un ala, Demian (Hermann Hesse), El Arte de la Guerra (Sun Tzu), Rebelión de la granja (George Orwell), Historietas, cuentos y fábulas (Marqués de Sade), El Viejo y el Mar (Hemingway), El Purgatorio (Dante Alighieri), Prosas Profanas, Antología (Rubén Darío), Cuentos de la Selva (Horacio Quiroga), Utopía (Tomas Moro), Tratado de la Desesperación (S. Kirkegaard), La Metamorfosis (Franz Kafka), Fundamentos de Econometría, A trancas y barrancas (Alfredo Bryce Echenique), Grandes Miradas (Alonso Cueto), Canto ceremonial contra un oso hormiguero (Antonio Cisneros), Elogio de la Madrastra, El Pez en el Agua (Mario Vargas Llosa), Poesía reunida de Javier Heraud, Obra poética de César Vallejo, Títulos Valores, Código Tributario, Ley General de Sociedades. Y fue allí que concebí que nada peor que un libro para sacarte de la ignorancia, para hacerte libre, cósmico, simiesco, iluso, entusiasta, dogmático, ético, moral, inmoral, nada peor que un libro para saciar tu insaciedad.

 

Cabe narrar que recopilé fotografías de diversos filósofos, juristas, poetas, literatos, etc. Y fue así que sobre dibujé algunos de ellos en mi celular con una aplicación que permite usar un lapicito óptico, que sirve como lápiz, y con la cual se puede utilizar la pantalla del celular como una pagina en blanco para hacer anotaciones, trazos, dibujos.

 

La tecnología ha influido en mi tanto que actualmente me considero un lector virtual. Casi todo lo leo en formato virtual. Y es gracias a Internet que encontré los siguientes autores, que antes jamás hubiera logrado adquirir y que creo es necesario enunciar a ver si a alguien le puede servir:

 

1.- Confesiones de San Agustín; Diario de un escritor y otros escritos, de Fedor Dostoievski; El Libro Negro de Giovanni Papini; Fouché El Genio Tenebroso, de Stefan Zweig; Gandhi, de Romain Rolland; La Lucha contra el Demonio (Hölderlin, Kleist, Nietzsche), de Stefan Zweig; Una Temporada en el Infierno, de Arthur Rimbaud; De mi vida, escritos autobiográficos de juventud, de Friedrich Nietzsche; Un hombre acabado, de Giovanni Papini; Autorretrato de Giovanni Papini; Tres Maestros: Balzac – Dickens – Dostoievski, de Stefan Zweig; Erasmo de Rotterdam. Triunfo y Tragedia, de Stefan Zweig; Confesiones, de Jean Jaques Rousseau; Diario de un seductor, de Kierkegaard, Soren

 

Obras de Derecho: Teoría del Derecho, de Edgar Bodenheimer; Tratado los Delitos y las Penas, de César Bonesana Marqués de Beccaria; Derecho y razón. Teoría del garantismo penal, de Luigi Ferrajoli; Derecho Penal. Parte General, Tomo I. Fundamentos. La Estructura de la Teoría Del Delito, de Claus Roxin; Tomás Jofré, Introductor de Giuseppe Chiovenda en el Derecho Argentino, de Abelardo Levaggi; Sesenticinco Años de Evolución en la Filosofía del Derecho, de Edgar Bodenheimer; Fundamentos del Derecho Procesal Civil, de Eduardo J. Couture; Derecho, Política y Justicia, de Giorgio Del Vecchio; En Defensa de la Usura, de Jeremy Bentham; Un Viaje Al Brasil. Impresiones de un Conferenciante, seguidas de un Estudio sobre el Derecho Penal Brasileño, de Luis Jiménez De Asúa; Principios de Derecho Penal, La Ley y el Delito, de Luis Jiménez De Asúa; El Derecho a la Pereza, de Paul Lafargue; Derecho Civil, de Marcel Planiol – Georges Ripert; Del Asesinato Considerado Como Una De Las Bellas Artes, de Thomas De Quincey; La Naturaleza De La Filosofía Del Derecho, de Robert Alexy; Tratado De Las Pruebas Judiciales, de Benthan; La Lucha Por El Derecho, de Rudolf Von Ihering; Filosofía del Derecho, de Giiorgio Del Vecchio.

 

Obras de Literatura: El Ricachón en la Corte, de Moliere; El Jugador, de Fedor Dostoievski; Yo Acuso. La verdad en marcha, de Emilio Zola; Memorias del subsuelo, de Fedor Dostoievski; La Libertad del Espíritu, de Paul Valery; Del Sentimiento Trágico de la Vida, de Miguel De Unamuno; Sobre el Poder de la Prensa, de José Ortega y Gasset

 

Obras de Filosofía: Ideología y aparatos ideológicos de Estado, Freud y Lacan, de Louis Althusser; Diccionario de Política de Norberto Bobbio; Diccionario Del Diablo, de Ambrose Gwinet Bierce; Spinoza Filosofía-Practica, de Gilles Deleuze; La Concepción de la Filosofía Jurídica en la obra de Giorgio Del Vecchio, de María José Moreno Cuñat; Diccionario Filosófico, de Voltaire; Vidas De Los Filósofos Más Ilustres, de Diógenes  Laercio; Los Límites De La Interpretación, de Umberto Eco; El Libro Negro, de Giovanni Papini; El Fin y los Medios, de Aldous Huxley; Así Habló Zaratustra, de Friedrich Nietzsche; Teoría De La Acción Comunicativa, II Crítica De La Razón Funcionalista, de Jürgen Habermas; Los Nueve Libros De La Historia, de Herodoto De Halicarnaso; Tratado De La Naturaleza Humana, de David Hume; En Defensa de la Usura, de Jeremy Bentham; Ante La Ley, de Franz Kafka; Critica Del Juicio, de Kant; Carta Sobre La Tolerancia, de John Locke; Ensayo Sobre El Gobierno Civil, de John Locke; Lógica del Sentido, de Guilles Deleuze; Los beneficios de privatizar el control del delito, de Bruce L. Benson; Una temporada en el Infierno, de Rimbaud; Ensayos-Tomo II, de Michel Montaigne; Mil mesetas capitalismo y esquizofrenia, de Deleuze y Guattari; Monadologia, de Leibniz; Tolerancia y Responsabilidad Intelectual, de Karl Popper; Que es Filosofía, de Ortega Y Gasset; Filosofía en el Tocador, de Sade; Tratados Morales, de Seneca; Sobre la brevedad de la vida extracto, de Seneca; La Decadencia de Occidente, de Spengler Oswald; Sobre la libertad, de John Stuart Mill; Historia del Imperio Ruso bajo Pedro El Grande, de Voltaire; Cartas Filosóficas, de Voltaire;

 

Otras obras de Literatura: La literatura y el mal, de Georges Bataille; Van Gogh El suicidado por la sociedad, de Artaud Antonin; Factotum, de Charles Bukowski; El Funcionario, de Vicente Blasco Ibáñez; El Libro Negro, de Giovanni Papini; El segundo sexo, de Simone De Beauvoir; Escritos De Un Viejo Indecente, de Bukowski.

 

Obras de Michel Foucault: Historia de la locura en la época clásica, 7 Sentencias Sobre El Séptimo Angel, Discurso Y Verdad En la Antigua Grecia, El Coraje de la Verdad, El Yo Minimalista Y Otras Conversaciones, Entre Filosofía y Literatura, La arqueología del saber, Seguridad, Territorio y Población, Vigilar y Castigar.

 

Obras sobre Derecho y Anarquismo: Contra Los Jueces (El discurso anarquista en sede judicial) de Aníbal A. D’Auria; El anarquismo frente al derecho. Lecturas sobre Propiedad, Familia, Estado y Justicia, del Grupo de Estudio sobre Anarquismo; Desobediencia Civil y otros textos - Henry David Thoreau - Osvaldo Baigorria – Compilador; ¿Qué Es La Propiedad? Investigaciones Sobre El Principio Del Derecho y del Gobierno, de Pierre Joseph Proudhon.

 

Obras de poesía: Arquitrave, de Charles Bukowski; Las Flores del Mal, de Baudelaire; Rubaiyat, de Omar Khayyam; Una Temporada en el Infierno, de Rimbaud; Hojas de hierba, de Whitman.

 

Capítulo II: LOS JUICIOS DEL JUEZ

Dibujos sobre el juez y su función

 

Esta sección esta compuesta por dibujitos que hice respecto a los jueces. Se ha organizado en mérito a la trascendencia que tienen los jueces en una sociedad creyente en la justicia y en la paz social, y en la que son ineludiblemente imprescindibles para otorgar no sólo el derecho a quien le corresponde sino permitir la convivencia en paz, ajustar las conductas a derecho y, posibilitar la perpetuidad de la especie.

 

La existencia de los jueces, su historia y formación siempre han causado impresión en mi, pues no puedo explicarme aún cómo una persona puede tener y creer tener la atribución para juzgar a otras personas, para sobreponerse sobre los demás y "sentenciar" respecto a la vida, patrimonio, libertad, etc., de otro ser humano. Los jueces, sin embargo, son importantes en una sociedad desigual, para evitar las arbitrariedades, pero sucede que a veces el ego -la de ser juez- puede hacerles olvidar que ellos también son seres humanos, no dioses ni esclavos, y que si tienen que decidir sobre la vida de otro ser humano deber ser "siempre proporcionales", siempre "justos", siempre "equilibrados", que el poder para juzgar no puede hacerles pensar que son superiores, sino "responsables". Nunca he podido comprender cómo un juez, luego de haber dado una sentencia de prisión –por ejemplo- puede dormir tranquilo, puede conciliar su vida con sus hechos; pues ni siquiera su buena fe, su buena voluntad, su valentía para emitir aquel tipo de decisiones deja a salvo una parte de la condición humana: su sensibilidad.

 

Pero, como dije, los jueces son necesarios, importantes, para mantener una vida en paz, una sociedad en paz, y no en guerra, una sociedad en orden; y es por ello, para comprender su estructura organizacional,  que he ido recopilando libros -preferentemente descargados de internet- como por ejemplo, "El buen juez", de Azorín; "Elogio de los jueces escrito por un abogado", de Piero Calamandrei; "Nuestros Magistrados", de Manuel Gonzales Prada; "El Juez", de Rudolf Stammler; "Jueces y ponderación", de Robert Alexy; "El Juez", de Franceso Carnelutti; "El Juez, el adivino", de Bandini – Torres.

 

La presente sección revela la noble función del magistrado, y la necesidad de su sabiduría, equilibrio y dinamismo, pero a la vez la necesidad de observar el Derecho desde una óptica de la Filosofía, es decir, como una función crítica y autocrítica.

 

Capítulo III: PERFILES DEL DERECHO

Rostros femeninos y otros

 

Muchos de los dibujos de desnudos que hice no tienen rostro, primero porque me parecía que lo representado no era la individualidad, sino la generalidad, la universalidad que significa un cuerpo de mujer, un tipo de cuerpo de mujer, que puede pertenecer a cualquier persona, que la individualidad anulaba la complejidad de la multitud, de la generalidad, que el cuerpo tiene un lenguaje distinto, a veces parecido, coincidente del rostro, que el cuerpo es suficiente significado, que el rostro es también suficiente significado. Otra razón por la cual no dibujaba rostros en los cuerpos desnudos es porque un rostro requiere de trazos mas perfectos, de líneas delicadas, de sombras, trazos, curvas, ondulaciones, etc., mas finas; que al intentar darle un rostro a un desnudo personificaba y objetivaba el dibujo, que le daba plenitud, siendo que el ser humano observa, distingue, diferencia el cuerpo del rostro, el rostro del cuerpo. Además, temía malograr el dibujo, porque el rostro necesitaba o estaba hecho de detalles, de afinamientos de la destreza, de belleza pura y lineal, que no me permitía intentar en aquel tiempo; luego dejé de perderle el miedo al error, y aproveché la posibilidad de los pliegos digitales, hojas de papel virtual del celular, donde se podían hacer correcciones que no perturbaran o malogran el dibujo.

 

Fue en esas ideas que hice los dibujos sobre rostros de mujer, dándoles algunos matices, el color negro como preponderante, la mirada, la sonrisa, los labios, los ojos, el color del cabello, etc., todo era un objeto admirable y de admiración particular, propio, peculiar; por eso dibujar un rostro, teniendo cuidado con las líneas de los ojos, de la nariz, de las cejas, de los ojos, de la barbilla, cuello, hombros, orejitas, cabello, etc., es siempre una complejidad de la belleza, es un cúmulo o suma geométrica de bellezas individuales.

 

Además, a algunos dibujos les he agregado algún distintivo del Derecho, como la balanza de la justicia, los lazos con broces en la cual se dibuja una balancita, aretes con el mismo diseño, etc.

 

Capítulo IV: LOS CUERPOS DEL DELITO

Desnudos y principios del Derecho

 

He de confesar, para que se entienda mejor esta sección del presente, sus orígenes. En la universidad, y posteriormente a ello, comencé a realizar infinidad de dibujos, y sabiendo de mis limitaciones por dibujar “obras de arte”, por presagiar el destino con mis dibujos, descifrar el paraíso, describir el infierno, irradiar intensidad en trazos fuertes, descomponer la atmósfera y convertirla en lienzo, es decir, ante mi falta de talento para dibujar o pintar, busqué un tema que tuviera en sí la belleza intrínseca, en la cual no pudiera equivocarme, y fue así que encontré el tema o la temática perfecta: “la mujer”. Aquella que con sus curvas pudiera expresar en mis dibujos la belleza, el color, la intensidad, la inmensidad, sensualidad o el jolgorio. La mujer sería mi tema desde entonces en mis dibujos y trazos imperfectos.

 

Al principio buscaba cuanto dibujo sobre la mujer hubiera en revistas de literatura, filosofía, arte, periódicos, y luego las copiaba, trazaba con distintos pinceles, colores, instrumentos, en papeles de todos los tipos, cuadernos, láminas, cartulinas, sobre las carátulas de mis libros, en medio de mis libros, cartones de cajas, dibujaba sobre madera, encima de periódicos, todo era permitido para dibujar, todo era lienzo y todo era pincel. En ese paraje de artista mediocre, leí algo sobre los grandes pintores, como Miguel Ángel, que había tenido que tapar su gran obra en la capilla Sixtina para que no pudieran negar su obra; Botticelli que rompió o quemó algunos de los dibujos sobre desnudos que había hecho, influenciado por la potente denuncia de pecado que hacía Savonarola. Más tarde descubrí los dibujos de las Chicas de Vargas, las pinturas, bocetos y obras de verdadero arte del gran enano Toulouse Lautrec –artista predilecto, porque sus trazos, hechos en los burdeles, tienen fuerza, intensidad, estilo en lo vulgar, color, majadería-; Paul Gauguin, que se fue a Haití y pintó a sus chicas desnudas, luego de su encuentro, con Vincent Van Gogh, el chico de la oreja autocortada; Pablo Picasso con sus musas de azul; Modigliani, de pinturas esculturales sobre la mujer, sobre su lienzo delgado y fuertes colores describiendo la multitud dentro de la individualidad; descubrí muchos más artistas y obras, como la Venus en el espejo, que sacrílegamente utilicé en mi libro “Las Curvas del Derecho” en la cual retraté a la justicia en el espejo; La Maja desnuda, etc.

 

Luego un día comencé a organizar mis dibujos sobre las mujeres, y eran en ese tiempo aproximadamente unos quinientos. Hoy, por supuesto, tengo muchísimos más. Como un acto caprichoso cada dibujo, o desnudo, lo he subtitulado con un Principio General del Derecho, por aquello que me gusta mezclar todo con el Derecho, aún a costa de pérdida de estética, seriedad o genialidad. La idea primaria era que cada principio del derecho fuera explicada y desarrollada en un dibujo, pero ese –espero- será otro libro-.

 

El libro se denominó primero “Confesiones Húmedas – Bocetos, dibujos y pinturas desde los Principios Generales del Derecho”, pero en Huaura, a un amigo (Juez, filósofo, economista, catedrático, cultor de todas las artes, ciencias, disciplinas del conocimiento, coleccionista de cuanta revista y libro hubiera, de espíritu artista, pues compró para la Corte un equipo de música que consistía en guitarras y otros instrumentos, innovador –había diseñado un sistema para lograr que los juzgados tuvieran carga cero-, gran ser humano, y alguien sorprendente porque no tenía la vanidad común de quien quiere sobresalir, sino que aplaudía y propiciaba siempre los logros de los demás, en fin, un señor filósofo de verdad), a quien le mostré un empastado de mis quinientos -aproximadamente- dibujos, le dio el nombre de “Derechos Húmedos”, título que en un primer momento me agradó, pero del cual desistí porque no quería despertar la sexualidad de las personas con mis dibujos, sino la sensibilidad, el respeto, la admiración, hacia la belleza de la mujer. Una mujer a mi entender, es lo más bello, puro y respetable del género humano. Así nació la parte de una serie de tomos del libro imperfecto nacido más que de la libido, de la añoranza por el dibujo, la pintura y su inmensidad llenada por los trazos intrínsecos y siempre bellos de la mujer. Algunos de aquellos desnudos que dibujé me gustan más por el color que por la imagen o las curvas.

 

Recuerdo a Kandinsky, pintor ruso, que, habiendo estudiado Derecho, abandonó dicha profesión para dedicarse al arte, y a explorar en el color. Vislumbro a Edgar Degas, pintor francés, que curiosamente, también empezó la carrera de Leyes, la que abandonó por la Pintura. Degas ha pintado unos bellísimos desnudos en pastel, como “mujer peinándose”, entre otros.

 

En esta sección además hemos agregado y organizado los desnudos en varios matices, tipos de herramientas para dibujar, ideas que representan, colores que las afirman, etc.

 

Capítulo V: BOCETOS DEL DERECHO

Dibujos e intenciones

 

En esta parte hemos puesto los dibujos que representen una expresión de la vida, de los hechos, independientemente del color o de la belleza, a fin de matizar el libro con conceptos distintos al color, a los trazos, a la pintura o a la expresión de un lenguaje pictórico.

 

Segunda Sección: MODELANDO EL DERECHO

Fotos de desfile de modas

 

En esta sección hemos puesto fotos de un desfile de modas que realizamos en la ciudad de Tacna, en su Teatro Municipal, desfile de modas denominado "Modelando el Derecho", en la cual las chicas modelaban los personajes del Derecho, y vestían trajes que representaban a jueces, fiscales, procuradores públicos, abogados, policías, delincuentes, víctimas. (Las fotos no son propias, pero fueron encargadas en dicho evento) y ponemos a fin sólo de difundir el Derecho y su conocimiento.

 

Para dicho evento: Desfile de Modas "Modelando el Derecho", preparamos también un guión que agregamos. El desfile de modas se llevó a cabo con la sana intención de estimular el conocimiento del Derecho. Dicha actividad estuvo apoyada y coordinada por los Jueces de Paz de Tacna, y a quienes se debe en realidad el cumplimiento del proyecto, pues además de administrar justicia en sus sedes se daban tiempo para participar en eventos como el que muestra el presente guión.

 

La experiencia fue realmente adrenalínica, ocho modelos, reinas de belleza, que pudieran representar a la justicia, juez, fiscal, procurador público, abogado, policía, delincuente, agraviado, y otro tanto de anfitrionas para recepcionar a los asistentes al evento. Se contó también con un grupo de chicas que hicieron de cuerpos pintados, y representaron a diablitas, delincuentes, angelitos, justicias, etc.

 

En la búsqueda de aquellas chicas encontré a un joven pintor que se deleitaba en participar y pintar a las chicas desnudas, tener como lienzo a dichas chicas, que él mismo conseguía,

 

El evento tiene muchos momentos que narraré en otro texto, o ampliaré después, con fotos y reseñas. Pero desde ya, agradezco a todos los que participaron, porque es en verdad de ellos el mérito de haber realizado un evento que estoy casi seguro no se realiza con este tipo y esquema: “Modelando el Derecho”.

 

LAS CARETAS DEL DERECHO

 

Las Caretas del Derecho es una sección del desfile de modas: “Modelando el Derecho”, que dirigí con apoyo de los jueces de paz de Tacna, llevado a cabo en el Teatro Municipal de Tacna, un lugar de ensueño, con los ribetes propios de la añoranza. La idea era simple, hacer que se conozca el Derecho a través del modelaje. Así que conseguimos reinas de belleza, anfitrionas, trajes, en forma casera y se presentó el Desfile de modas: “Modelando el Derecho”. La difusión fue cosa curiosa, puesto que realizándolo desde la institución, no se podía, por obvias razones o malentendidos, presentar como actividad oficial, pues el desfile de modas constaba además de las modelos y anfitrionas, un desfile de “cuerpos desnudos”, es decir, chicas cubiertas sólo con pintura, representando también agentes u operadores del Derecho. Pero fue otra vez, gracias a que el presidente de la Corte de esa fecha -que era también un personaje sui géneris, bonachón, jurista, especialista en Derecho Civil, de muy buen carácter, y que siempre apoyaba las obras, y entendía el lado humano del Derecho, que creía en las personas y les permitía su desarrollo, y, además, siempre paraba sonriente, carismático; es un gran personaje del derecho, de la filosofía y de la vida, autor de textos con temas sobre la casación, al cual describo en uno de mis libros denominado “Los siete presidentes”-, que se pudo realizar aquella obra, fuera del horario de trabajo, y gracias a la flexibilidad y ninguna cortapisa o barrera justificada en la razón, en el rumor o aspaviento social. Gracias a aquel Presidente de Corte, que tenía una mentalidad superior a cualquier inquisición positivista, que se atrevía a que sus trabajadores pudieran construir y experimentar sus propias creaciones, que permitía se arriesgaran en sus ideas -actos que para cualquier sujeto racional es incomprensible o al menos impracticable y hasta prohibido- es gracias a él que se pudo implementar también, por primera vez en el Perú,  “El voto electrónico para jueces de paz”, en el 2010; fue gracias a aquel extraordinario personaje, que se pudo llevar a cabo este disímil evento de modelaje, pues siendo tal extra oficial, y aún pudiendo poner peros “racionales” -ya dije que erradas razones de orden institucional- sólo se hizo el desentendido, y no dijo nada al respecto, no puso ninguna barrera a la sana creatividad. Estoy seguro que cuando se enteró sólo esbozo una sonrisa de comprensión. Fue en esas circunstancias que se dio el evento, y en el cual estaba incluida la sección: “Las Caretas del Derecho”, en la que las modelos se vestían de juez, fiscal, procurador, abogado, policía, delincuente, víctima, y se mostraban por la pasarela, mientras el moderador iba narrando o explicando de qué trataba cada personaje u operador del Derecho.